Hipnosis
Un modo efectivo para acceder al subconciente y determinar la raíz de nuestros comportamientos, y por tanto, solucionar el origen que desencadena determinadas circunstancias en nuestra vida.
¿Qué es la hipnosis?
Un viaje hasta el interior.
La hipnosis no es lo que nos han mostrado en ocasiones en shows televisivos. La hipnosis es el proceso por el cual se induce a una persona a una relajación profunda, hasta alcanzar un estado de trance.
Los estados de trance son estados naturales a los que muchas veces accedemos sin darnos cuenta. Cuando conducimos de forma automática mientras pensamos en otra cosa estamos bajo cierto estado de trance, al igual que cuando vemos una película y nos adentramos totalmente en la historia, cuando nos dejamos llevar por la música o meditamos por ejemplo.
Cuando estamos despiertos nuestra mente suele estar en estado de alerta, atentos a lo que está sucediendo o estamos haciendo. Sin embargo, cuando entramos en cierto estado de trance nuestro pulso se ralentiza, y nuestra actividad cerebral y mental también disminuye sus ciclos. Algo similar ocurre cuando dormimos, con la diferencia de que durante el sueño profundo normalmente no somos conscientes.
- Estado BETA (alerta, activo...): 14 a 32 ciclos por segundo.
- Estado ALFA (relajado, reflexionando...): 7 a 14 ciclos por segundo.
- Estado THETA (somnoliento): 4 a 7 ciclos por segundo.
- Estado DELTA (durmiendo, sueño profundo...): 3 a 5 ciclos por segundo.
Al acompañar a la persona hasta un estado profundo de trance, pero con plena consciencia, se la puede guiar para que acceda a las zonas más profundas de su inconsciente y todo su ser, lo que permite recordar vivencias olvidadas, identificar los miedos que la hacen tomar decisiones equivocadas o frenan su vida, repetir patrones de comportamiento e incluso descubrir cuales son realmente sus anhelos y propósito existencial.
La hipnosis genera un estado agradable durante el cual quedan en suspenso las dudas y los temores, produce una gran relajación corporal y muscular favoreciendo un pensamiento activo y creativo a la vez que permite, como ha sido demostrado con estudios científicos, el acceso a funciones habitualmente relegadas al parasimpático o al inconsciente, tales como:
- Capacidad de controlar la sensación de dolor.
- Capacidad de producir distensión y relajación controlando la ansiedad.
- Capacidad para superar traumas, miedos y fobias.
- Mejora de las funciones del sistema inmune.
- Gran eficacia para combatir estados depresivos.
- Capacidad de paliar efectos secundarios de algunas medicaciones.
- Superar hábitos y patrones de comportamiento.
Cabe destacar que el trance profundo no siempre es necesario, y basta con una relajación estable en la que las posibilidades de intervención a nivel inconsciente siguen estando, pero el consciente permanece presente comportándose como un observador pasivo.
¿Qué NO es la hipnosis?
A pesar de los malentendidos divulgados por los magos de teatro, que hacen uso de una parte de las técnicas hipnóticas mezclándolas con trucos, la hipnosis ha estado presente desde siempre en las Universidades de Medicina y en muchos Hospitales y Clínicas de todo el Mundo.
Lejos de ser un estado donde el sujeto pierde el conocimiento es, por el contrario, un estado de focalización de la atención consciente con una disociación momentánea que permite acceder a habilidades inconscientes, aunque éstas sean consideradas habitualmente inaccesibles.
Por lo tanto, durante el estado hipnótico:
- No se pierde la conciencia: La persona sabe en todo momento donde está y lo que está sucediendo, puede hablar y escuchar al terapeuta.
- No se anula la voluntad: La persona no puede hacer cosas en contra de su voluntad ni puede ser manipulada para realizar actos de peligro.
- No se queda en trance indefinidamente: La persona siempre regresa a su estado consciente habitual. Si en un momento dado estuviese tan relajada que no atendiese a las indicaciones del terapeuta (lo cual ocurre en muy pocas ocasiones), la persona simplemente se quedaría dormida bajo el estado de sueño fisiológico normal.
En definitiva, la persona NO está a merced del terapeuta, ya que toda hipnosis es una auto-hipnosis que la persona realiza bajo las indicaciones y directrices del profesional que lo guía.
¿Cómo se llevan a cabo?
Una relajación agradable para que puedas ver tu interior.
El terapeuta guía a la persona a través de la palabra hasta un estado de relajación, desde la que se pasa posteriormente a un trance más profundo. Para el proceso puede servirse de herramientas que ayuden a la persona a mantener su foco de atención en un punto, y así evitar que su mente se disperse, como puede ser un péndulo, la llama de una vela... o únicamente a través de la modulación adecuada de la voz.
Durante el proceso el terapeuta sugiere a la persona que visualice determinadas imagenes, paisajes o escenas que induzcan a la relajación y evoquen el resultado deseado. La persona puede intercalar en dichas visualizaciones elementos, personas, objetos o situaciones representativas de su inconsciente, con las que podrá interactuar, percibir sensaciones y relacionarse con ellas del modo adecuado para alcanzar los fines deseados con el apoyo del terapeuta.
La hipnotizabilidad es la capacidad de la persona para experimentar alteraciones sugeridas en fisiología, sensaciones, emociones, pensamientos o comportamiento durante la hipnosis. Esto significa que hay personas con mayor capacidad sugestiva y de relajación para acceder a estados más o menos profundos de hipnosis.
Si por ejemplo estamos accediendo a un recuerdo, hay quien solo puede verlo como una mera fotografía fija en su mente; si el estado es un poco más profundo lo verá como un vídeo en movimiento; si es todavía más profundo puede revivirlo como si estuviese ahí con toda claridad y consciencia... sentir el tacto, las olores, cada sonido y cada pequeño detalle.
Lo más habitual es que la persona pueda introducirse en la escena y experimentarla vívidamente, aunque como comentábamos depende del grado de hipnotizabilidad, pero también del estado de relajación, resistencias o disposición que tenga la persona para llevar a cabo el ejercicio.
Bajo determinadas circunstancias el terapeuta puede indicar a la persona que un determinado recuerdo NO lo viva en primera persona, sino que observe la escena desde afuera, sobre todo en casos de experiencias muy traumáticas.
No obstante, incluso hay personas que quizás no estén preparadas todavía para enfrentar ciertas cuestiones, por lo que, si el terapeuta es lo suficiente perspicaz, aconsejará a la persona no realizar la hipnosis, y optar por otras terapias o ejercicios menos invasivos.
De todos modos, el objetivo principal no es recrearse en los orígenes del problema ni pretender cambiar la conducta con razonamientos e indicaciones, sino encontrar soluciones y motivar a la persona para que contacte con sus propios recursos, de modo que ella misma pueda producir los cambios que decida.
Las terapias de hipnosis son muy efectivas ya que gracias a un proceso de sugestión, el profesional que aplica la hipnosis tiene la capacidad de crear un pensamiento activo y creativo más allá de las dudas y temores que constituyen una barrera para la cura o mejora de la persona.
¿Por qué funciona?
Un 80% de eficacia en 4/6 sesiones
La eficacia radica en que se trabaja directamente en comunicación con el inconsciente, que como comentábamos, es el responsable final de nuestras actitudes, decisiones y comportamientos. La gran mayoría de cosas que hacemos o no hacemos en nuestra vida no depende de lo que pensamos consciente y racionalmente, aunque se suela pensar que si.
Indicaciones terapéuticas
Un abanico de posibilidades para tomar las riendas de tu vida.
¿Qué puede pasar justo después de una hipnosis?
Toma de conciencia y cambios profundos a nivel subconsciente.
Como decíamos anteriormente, se trata de una terapia que actúa a nivel inconsciente, por lo que la mente comienza a realizar reajustes desde ese momento y en días posteriores: