La gente quiere irse de la ciudad YA
Se dispara la demanda de espacios abiertos y el contacto con la tierra
- Los clientes buscan adquirir lugares con mucho terreno ya no solo para vivir, sino también para emprender negocios.
- Muchos de los compradores les contactan porque desean cambiar su estilo de vida tras el confinamiento.
- Las agencias inmobiliarias especializadas en vender propiedades rurales aseguran que la demanda ha aumentado.
Abrir la puerta de casa y ver un gran jardín. Respirar aire puro. Escuchar el canto de los pájaros. Es lo que ansían muchos españoles tras el confinamiento forzoso. El encierro ha provocado un cambio de mentalidad, de prioridades. Y el dejar la ciudad para vivir en el rural es una de ellas. “La gente quiere espacios más abiertos, con mucha tierra, con mucho campo. Incluso, lugares con varias edificaciones, con tres o cuatro casas, ya no solo para vivir, sino para ejecutar algún negocio”, explica a NIUS Elvira Fafián, gerente de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas.
Ya hace años que este tipo de agencias vienen notando una tendencia por volver a lo de antes, por llenar zonas que se habían quedado vacías. Sobre todo, por parte de extranjeros. Ahora, durante el confinamiento, no han parado de atender llamadas de clientes, también, nacionales. “Durante estos dos meses hemos trabajado al 100%. Las demandas han sido una locura, sobre todo de familias con niños, empresarios con negocios pequeños, jubilados que ya no quieren vivir en las ciudades”, asegura.
Se trata de personas que buscan ganar metros cuadrados y optar por un modo de vida más pausado. En algunos casos, tienen en mente proyectos para emprender negocios agrícolas, ganaderos o de turismo rural. “Les asesoramos qué propiedad es mejor y nos aseguramos de que ese negocio puede llevarse a cabo”, comenta. Pero también detectan casos de personas que quieren teletrabajar desde un ambiente más tranquilo. “Lo que buscan son viviendas con mucho espacio, como antiguamente. Quieren tener una alternativa de trabajo en su propia casa”, añade.
Aldeas anteras abandonadas por menos de 100.000 euros en Galicia
Hay interés por comprar casas en entornos rurales. Pero también por hacerse con núcleos abandonados en Galicia y Asturias. “Son las que cuentan con más aldeas deshabitadas”, apunta Fafián. Aldeas que se pueden adquirir por mucho menos de lo que cuesta un piso en una ciudad. “En Galicia, tenemos una aldea de 89.000 euros, con dos casas, con su pajar, con su hórreo y sus tierras. En total con una superficie de unas dos hectáreas de terreno”, añade.
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Desde esta agencia detectan que existe una urgencia por parte de los clientes. “No se lo piensan. La gente quiere un cambio radical, quiere irse de la ciudad ya”, comenta. Esas ganas hacen que algunos se hayan lanzado a reservar de forma casi impulsiva, sin ni siquiera haber visitado la propiedad. “Hay personas que han hecho reservas online solo viendo las fotos. Otros nos han pedido que les mostremos el lugar a través de videollamadas y les vamos enfocando lo que quieren ver. Intentamos que no se precipiten en la compra porque en algunos casos el cambio es muy radical”, explica.
Llamadas de personas que quieren iniciar una nueva vida.
Rosy Costoya, responsable de Galician Country Homes, ha notado en estos dos últimos meses un cambio en el perfil del cliente. Antes el 80% de las llamadas que atendía eran de compradores extranjeros. Ahora, escucha las demandas de más clientes nacionales. “Hay mucha gente que llama, pero nada es lo mismo. Estamos recibiendo muchas llamadas de socorro, de ayuda, de personas que viven en un piso o en un apartamento, se han quedado sin trabajo y sueñan con poder iniciar una nueva vida en el campo”, comenta.
Rosy está recibiendo llamadas de toda España y nota que ha habido un claro cambio de perspectiva en la gente. “Llaman personas que llevan tres meses sin pisar la calle, que tienen miedo cuando van al supermercado o a la farmacia”, comenta.
“Tengo un arquitecto que está en Extremadura y está deseando que permitan moverse entre provincias para venirse a Galicia y comprarse una ruína para empezar, a sus setenta y pico años, de cero. Gente de Valencia que había estado aquí antes del confinamiento y que ha decidido comprar ahora la propiedad”, concluye.
El coronavirus parece haber cambiado la lista de deseos de muchos españoles. Esta tendencia de apostar por la tranquilidad y la naturaleza da esperanzas de recuperación a la España vaciada.